La serie entre los Phoenix Suns y los Minnesota Timberwolves no tuvo la competencia que muchos esperaban. Si antes de que comenzara la serie se pensaba que los Suns, con su Big Three, tendrían el talento para enfrentarse de tú a tú con los Timberwolves, la realidad fue que Minnesota aplastó a los de Arizona con un contundente 4-0, dejando en evidencia que el proyecto de los Suns se ha convertido en un auténtico fracaso.
Los Suns armaron un equipo en verano con tres grandes estrellas, pero las dudas surgidas durante la temporada regular se materializaron en los playoffs, con un rendimiento decepcionante ante un equipo de Minnesota mucho más sólido y cohesionado. Por otro lado, los Timberwolves, quienes quizás fueron subestimados durante la temporada regular, demostraron que son un equipo formidable, encabezados por un Anthony Edwards que brilló durante toda la serie. Anoche, en el Game 4, Edwards alcanzó los 40 puntos, 9 rebotes y 6 asistencias, llevando a su equipo a la segunda ronda de playoffs por primera vez en 20 años.
La estrella de los Timberwolves, a sus 22 años, mostró una madurez sorprendente, jugando con control y sin caer en excesos. Ha demostrado ser un jugador completo y un líder nato, algo que sus compañeros y entrenador han reconocido. Rudy Gobert, fundamental en la defensa de Minnesota, elogió a Edwards por su evolución y liderazgo, señalando que ha sido un placer ver cómo ha crecido como jugador y como persona.
El éxito de los Timberwolves se debe, en gran parte, a su juego en equipo. Aunque hay jugadores que sobresalen más en algunos partidos, el conjunto en general muestra una química sólida y un alto nivel de compromiso. En el Game 4, Karl-Anthony Towns tuvo un destacado doble-doble con 28 puntos y 10 rebotes, respaldando el esfuerzo de Edwards.
Por otro lado, Frank Vogel, entrenador de los Suns, admitió que Minnesota fue simplemente superior en todos los aspectos. «Todo su equipo nos creó muchos problemas. Los jugadores de rol, las estrellas… Anthony Edwards es un talento muy especial, y sus grandes jugaron muy bien», dijo Vogel.
A pesar de los 33 puntos de Kevin Durant y los 49 de Devin Booker, el rendimiento de Bradley Beal fue mucho más discreto, con solo nueve puntos. Ahora, los Suns enfrentan un largo receso y la gerencia tendrá que trabajar duro para mejorar un proyecto que no ha cumplido las expectativas. Con limitaciones salariales y pocas opciones para grandes cambios, el futuro de Phoenix se presenta complicado, y será interesante ver cómo reconstruyen un equipo que, en teoría, debería haber sido contendiente al título.
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