Cuando se habla de instinto de supervivencia, los Denver Nuggets son expertos. Por tercer año consecutivo, el conjunto de Colorado enfrentará un Game 7 en playoffs, esta vez tras vencer 119-107 al Thunder de Oklahoma City para empatar la serie a tres y llevarla al límite.
Este equipo, que ya tuvo que definir su paso a segunda ronda en siete juegos ante los Clippers y fue eliminado en el mismo formato por Minnesota en 2024, volvió a apoyarse en el carácter, la experiencia… y un inesperado héroe.
Duelo canadiense: Murray vs. Shai
A pesar de haber estado en duda hasta horas antes por enfermedad, Jamal Murray dejó claro desde el salto inicial que no iba a perderse este partido. Con una actuación explosiva, marcó el ritmo del ataque de Denver con triples, penetraciones y visión de juego que dinamizaron al equipo. El base firmó una de sus mejores noches de la serie en un encuentro al estilo flu game.
Pero al otro lado estaba Shai Gilgeous-Alexander, quien asumió el protagonismo en el segundo cuarto para revivir a OKC con su juego agresivo y dominio del balón. Sin embargo, su impulso se frenó justo antes del descanso tras cometer su cuarta falta, obligando al entrenador Mark Daigneault a sentarlo. La decisión cortó la fluidez del Thunder, y los Nuggets lo aprovecharon para retomar el control.
La noche mágica de Julian Strawther
Con el partido igualado a 80 en el cierre del tercer cuarto, Julian Strawther, el jugador menos esperado, encendió la chispa que cambió todo. Primero un triple, luego otro, y un alley-oop después, dieron a Denver una ventaja de 10 puntos que jamás perderían.
Strawther, que había sido un recurso ocasional en estos playoffs, se convirtió en el catalizador ofensivo que rompió la resistencia del Thunder. Su triple para el +16 en el último cuarto hizo estallar el Ball Arena y selló la esperanza de una nueva remontada.
¿La fórmula para el séptimo?
Los Nuggets cerraron con autoridad, impulsados por un Jokic más descansado gracias a la distribución ofensiva, y con tiradores como Strawther y Braun castigando desde fuera. La defensa se cerró sobre Shai y limitó los tiros exteriores de OKC, que no encontró respuesta en los minutos finales.
Para el Game 7, Denver necesitará repetir este mismo guion: agresividad de Murray, solidez colectiva y una defensa que impida que el Thunder imponga su ritmo vertiginoso. La mesa está servida.
¿Final del camino o paso a las Finales del Oeste?
Todo se decidirá en un Game 7 de alto voltaje, donde la juventud explosiva de Oklahoma se enfrentará al temple y la experiencia de los actuales campeones del Oeste. ¿Quién se quedará con el boleto a la Final de Conferencia?
La respuesta llegará muy pronto. Y una cosa es segura: no hay margen para el error.
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