El plan original era evitar la cirugía, pero el estado físico de Joel Embiid ha obligado a los Philadelphia 76ers a reconsiderar sus opciones. La estrella del equipo se perderá el partido de esta noche ante los Chicago Bulls, mientras los médicos estudian procedimientos experimentales para tratar su lesión de rodilla.
Opciones sobre la mesa:
Reemplazo de menisco.
Terapia de radiación en mini-dosis.
Osteotomía: Procedimiento drástico que implica romper un hueso de la cadera para realinear la articulación y reducir la presión sobre la rodilla.
Médicos consultados por el Philadelphia Inquirer: Definen estos procesos como «radicales» y advierten que podrían dejar a Embiid fuera entre seis meses y un año, con posibles secuelas a largo plazo.
Las rodillas, el gran problema de Embiid
El historial de lesiones de Embiid es preocupante:
Se perdió sus dos primeras temporadas en la NBA por problemas en los pies.
En su año de debut (2016-17), una lesión de rodilla lo dejó fuera tras 31 partidos.
Se operó del menisco a inicios de 2024 y volvió para los playoffs, aunque jugó con molestias.
Tuvo buenos momentos esta temporada, pero ha acumulado 39 partidos de ausencia.
Actualmente, su nivel y movilidad están muy reducidos, lo que ha generado gran preocupación dentro de la franquicia.
¿Qué significa esto para los 76ers?
La incertidumbre rodea al equipo:
Sin Embiid, los Sixers pierden a su pieza clave en ataque y defensa.
La lucha por los playoffs en el Este se complica enormemente.
Dependiendo del procedimiento elegido, Embiid podría perderse el resto de la temporada y parte de la siguiente.
¿Qué sigue para Embiid y los Sixers?
Las próximas semanas serán clave para determinar su futuro. Si bien ninguna opción garantiza que vuelva a su mejor nivel, la franquicia y el jugador deberán tomar una decisión que impactará no solo en esta temporada, sino en el resto de su carrera.
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