Los Nuggets, tras dos derrotas ante los Timberwolves, respondieron con autoridad en el tercer encuentro, ganando por un convincente 90-117 en su visita al Target Center. Esta victoria demostró que la serie aún tiene mucho por ofrecer y que Denver está dispuesto a cambiar la dinámica. Aunque siguen por detrás en el marcador global, el equipo de Mike Malone logró un importante triunfo para frenar el impulso de Minnesota y redistribuir la presión en ambos equipos.
Varios aspectos fueron clave para la victoria de los Nuggets. Jamal Murray recuperó su forma eléctrica con 24 puntos, mientras que Michael Porter Jr. volvió a ser letal desde el perímetro con 21 puntos, incluyendo un 4/5 en triples. Aaron Gordon y Kentavious Caldwell-Pope también destacaron en sus roles defensivos y ofensivos. Sin embargo, lo más destacado fue el regreso de Nikola Jokic a su forma dominante.
Con 24 puntos, 14 rebotes y 9 asistencias, Jokic lideró a los Nuggets en una actuación impresionante, mostrando su versatilidad tanto en ataque como en defensa. Su presencia en la cancha fue determinante para la victoria de Denver. El equipo logró una ventaja de 20 puntos en el segundo cuarto y nunca miró hacia atrás, demostrando su superioridad en todas las facetas del juego.
En cuanto a los Timberwolves, Anthony Edwards y Karl-Anthony Towns lideraron la anotación con 19 y 14 puntos respectivamente, pero su rendimiento estuvo lejos de ser el óptimo. Jaden McDaniels también tuvo problemas de faltas, lo que afectó al equipo en la primera mitad. En resumen, Minnesota sufrió ante la respuesta contundente de Denver y ahora deberá reagruparse si quiere mantenerse competitivo en la serie.
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