DeMar DeRozan y Dillon Brooks fueron los protagonistas de un momento de tensión durante el último encuentro. La disputa comenzó cuando DeRozan realizó una falta dura sobre Jalen Green, lo que desencadenó una confrontación entre ambos jugadores que terminó en una pequeña pelea y su expulsión del partido.
Contrario a lo que se podría esperar, no fue Brooks quien inició el incidente, sino que fue DeRozan quien salió en defensa de su compañero. Cerca de los últimos 6 minutos del tercer cuarto, DeRozan derribó a Green durante la defensa de un bloqueo, lo que provocó gestos de dolor por parte de Green. Brooks intervino para recriminar la acción a DeRozan, lo que desencadenó un enfrentamiento entre ambos jugadores que requirió la intervención de otros miembros de ambos equipos para separarlos.
Tras revisar la situación, los árbitros decidieron expulsar a ambos jugadores, aunque por razones diferentes. DeRozan recibió una falta flagrante de tipo 2 por su acción, mientras que Brooks fue expulsado por haber escalado la situación después de recibir una técnica.
El entrenador Ime Udoka respaldó la acción de DeRozan al defender a su compañero, aunque expresó su deseo de que no hubiera sido expulsado. Por su parte, Billy Donovan también defendió a DeRozan, afirmando que no creía que tuviera la intención de cometer una falta flagrante de tipo 2.
A pesar de este incidente, los Rockets lograron imponerse en el partido por 127-117, sumando así su séptima victoria consecutiva. Aunque los Bulls lograron acortar distancias, nunca pudieron completar la remontada y vieron cómo el triunfo se les escapaba de las manos. Jalen Green fue destacado con 26 puntos por parte de los Rockets, mientras que Dillon Brooks sumó 23 puntos antes de ser expulsado. DeRozan contribuyó con 16 puntos para los Bulls, mientras que Ayo Dosunmu lideró al equipo con 35 tantos.
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