La pesadilla de los Detroit Pistons ha llegado a su fin. Después de más de dos meses sin conocer la victoria en todos sus encuentros, el equipo de Michigan experimentó nuevamente el dulce sabor del triunfo al vencer anoche a los Toronto Raptors por 129-127. Un solo triunfo, sí, pero de vital importancia para comenzar el 2024 con una sensación completamente diferente: la de alivio.
Para ser precisos, los Pistons no saboreaban la victoria desde el 28 de octubre, igualando así el récord de 28 derrotas consecutivas establecido previamente por los Philadelphia 76ers, aunque estos lo lograron entre dos temporadas diferentes: la 2014-15 y la 2015-16. Aunque ahora comparten este récord, los Pistons ostentan el absoluto en cuanto a derrotas consecutivas en una sola campaña; una marca que nadie puede evitar.
Respecto al crucial partido de anoche que finalmente permitió a Detroit respirar aliviado, Cade Cunningham brilló con 30 puntos y 12 asistencias. Al finalizar el encuentro, no pudo ocultar su satisfacción por la carga emocional que el equipo se quitó de encima. «Me siento increíble. Seguimos luchando. Ha sido un período largo con todas estas derrotas, pero estoy feliz de formar parte de un grupo de chicos que no se rinden», expresó el base, quien celebró la victoria junto a los apasionados aficionados del equipo.
Aunque la organización mantuvo la compostura durante más de dos meses, la realidad es que la situación fue realmente difícil. El entrenador del equipo, Monty Williams, reconoce que lo vivido la última madrugada frente a la franquicia canadiense no se compara con nada que haya experimentado en su carrera. «He estado en muchos vestuarios a lo largo de mi vida, pero es la primera vez que veo y experimento algo así. Los chicos estaban gritando. Yo casi estaba a punto de llorar… Estoy muy feliz por nuestros chicos y por todos en el vestuario», concluyó.
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