El primer enfrentamiento de la temporada entre los equipos de Boston y Milwaukee generó gran expectación, y la cita cumplió con las expectativas. A pesar de los movimientos destacados durante el verano y el rendimiento sólido de equipos como Heat o 76ers al inicio, ambos equipos parecen ser los favoritos en el Este, destinados a enfrentarse en los playoffs hasta que solo uno avance. En este primer encuentro, los Celtics se llevaron la victoria.
El equipo de Mazulla ha tenido un comienzo prometedor en la temporada, como demostró al ganar el enfrentamiento por 119-116. Mientras que los de Wisconsin aún están adaptándose a las nuevas incorporaciones y buscando optimizar su plantilla, los Celtics han integrado a sus nuevos jugadores de manera eficiente, lo que se reflejó en varios momentos del partido y permitió a los locales controlar el juego de principio a fin. Ambos equipos eran conscientes de que este era solo el primer encuentro.
Aunque el marcador final sugiere cierta paridad, el enfrentamiento fue menos equilibrado de lo que parece, ya que los Celtics tomaron la delantera con un parcial de 10-0 desde el principio, creando una brecha que los Bucks intentaron cerrar durante todo el partido. A pesar de los esfuerzos de los Bucks, liderados por Griffin, que llegaron a estar 21 puntos abajo, los Celtics respondieron a cada intento de remontada, impidiendo que los visitantes se metieran completamente en el partido.
Antes de que los Bucks pudieran recuperarse, tuvieron que resistir un bombardeo de triples, ya que Boston buscó dominar desde el perímetro. La presencia de Porzingis como centro abierto creó un espacio único en el ataque de los Celtics, que con un 12/23 en triples se convirtieron en los dueños del juego, destacando las deficiencias defensivas de Milwaukee en una primera mitad desigual.
Sin embargo, tras el descanso, los Bucks ajustaron su juego y comenzaron a corregir errores. Involucraron a Brook Lopez en el ataque, quien castigó los espacios dejados por Porzingis al salir a ayudar en defensa, anotando 28 puntos. A pesar de la defensa inesperada de Jrue Holiday sobre Giannis, los Bucks lograron generar oportunidades, especialmente gracias a Damian Lillard, quien anotó 20 puntos en la segunda mitad y lideró el intento de remontada.
A pesar de los esfuerzos de los Bucks, Boston logró evitar otra derrota, confiando en Jayson Tatum en los momentos decisivos. Tatum, junto con Jaylen Brown, anotaron 23 y 26 puntos respectivamente, proporcionando la ventaja necesaria para llevarse la victoria en el primer enfrentamiento.
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