Enfocándonos en una perspectiva distinta, es importante subrayar que resaltar a un jugador por encima de los demás se percibe como injusto en un torneo tan competitivo como el Mundial de Baloncesto. En este evento, el equipo dominicano demostró una armonía excepcional, donde cada miembro hizo valiosas contribuciones. Sin embargo, cabe destacar que Karl Towns, una estrella consolidada en la NBA, emergió como una de las figuras clave en el campeonato. Es notable que, a pesar de tener la opción de representar a los Estados Unidos, Towns optó por defender los colores de su tierra natal de manera desinteresada, haciendo honor al dicho «los dominicanos nacen donde les place».
Durante los cinco emocionantes partidos en los que participó con la Selección Dominicana, Karl Towns entregó su máximo esfuerzo en la cancha, incluso en el enfrentamiento contra Angola, donde estuvo en juego durante 15 minutos. Su compromiso, pasión y sentido de pertenencia al vestir la camiseta de la República Dominicana quedaron patentes.
En palabras del destacado jugador de los Timberwolves, «Me siento agradecido y honrado de haber nacido en este lugar, de llevar en mi sangre esta herencia cultural. No hay comparación posible al portar este escudo y nombre en mi pecho. Significa el mundo para mí, tanto en mi papel como jugador de baloncesto como en mi rol de hijo».
Karl Towns cumplió con creces, demostrando su dedicación no solo con su esfuerzo en la cancha, sino también con sus emociones, que afloraron en forma de lágrimas. Esto resalta que representar a la Selección Dominicana va más allá de intereses meramente deportivos o económicos, ya que está intrínsecamente relacionado con la sangre y la familia.
En cuanto a las ganancias distribuidas en el Mundial de Baloncesto FIBA 2023, este evento marcó un hito al ofrecer los premios más cuantiosos en la historia del campeonato, con un total de 15 millones de dólares en juego. Los 2,5 millones de dólares fueron otorgados al equipo campeón, en esta edición, Alemania. El subcampeón, Serbia, se llevó 1,5 millones de dólares, mientras que los otros dos equipos semifinalistas, Canadá y Estados Unidos, recibieron 1,2 millones de dólares cada uno.
Aquellos que se ubicaron entre el quinto y el octavo lugar (Letonia, Lituania, Eslovenia e Italia) se hicieron acreedores de 800,000 dólares por equipo. Los equipos ubicados entre el noveno y el decimosexto lugar, incluida la República Dominicana en el puesto 14, se llevaron 550,000 dólares cada uno. Por último, los equipos que quedaron entre el decimoséptimo y el trigésimo segundo lugar recibieron 200,000 dólares por selección.
A pesar de que el monto exacto no está confirmado, se estima que Karl Towns renunció a aproximadamente 200,000 dólares entre su salario y premios personales. Esta suma considerable demuestra el compromiso del jugador con su país, ya que optó por jugar por amor a su patria, más allá de las ganancias económicas.
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